Como Hacienda Cayaltí duró aproximadamente hasta 1970. Llegó a ser considerada una de las más productivas y modernas de la región, siendo motor de desarrollo del norte peruano.
Tras la Reforma Agraria, Cayaltí pasó a ser una cooperativa. Debido a la falta de inversión y a contratiempos en el manejo por parte de diferentes administraciones, la producción de caña cayó a niveles ínfimos provocando la descapitalización de la empresa, así como el malestar de sus trabajadores.
En el año 2003, COFIDE asumió la administración de la empresa mediante un Fideicomiso con el fin de encontrar un inversionista privado que pudiese devolver a Cayaltí su antigua gloria.
Hoy en día, Intipuquio S.A., empresa de capitales 100% peruanos, lidera el nuevo proyecto agroindustrial en Cayaltí, vertiendo su experiencia en fijar las bases para reflotar el desarrollo del valle de Zaña.